jueves, junio 22, 2006

Existe Puerto Madryn???

Esto lo saqué del siguiente blog: http://mariapuertomadryn.spaces.msn.com/blog/ Me gustó mucho, y además me hizo pensar en caro, a quien más de una vez le dije que nunca olvide sus sueños...

Pa vos caro :)

P.D.: le pido disculpas a la autora de este texto, por habérselo copiado sin permiso.



Un tramo más allá de Sierra Grande, el cartel de la Ruta 3 indica "Puerto Madryn ... 120 km". El automóvil sigue su ruta al sur, ya lleva varios kilómetros recorridos desde el último cartel, cuando sorpresivamente el conductor ve otro:
"Puerto Madryn ... 130 km". Aunque el cuentakilómetros diga lo contrario y el auto vaya para adelante, un tramo más allá se lee: "Puerto Madryn ... 140 km".
¿Qué pasa? se pregunta el conductor ¿acaso nunca llegaré a Madryn?, ¿acaso cuanto más me acerco a Madryn más me alejo? ¿Se trata de un punto de inflexión de la vieja teoría de la relatividad? ¿Será un pliegue espacio temporal sin resolución en la teoría de las catástrofes de Thom?
Detengámonos aquí. No el auto, sino esta reflexión. Puede ser que haya un error en los textos de los carteles, pero... quizá sea difícil determinar la exacta ubicación de Puerto Madryn, quizá imposible, quizá nunca se llegue a establecer del todo. El Dorado, la Atlántida, la Troya de los antiguos griegos, Parque Chas en Buenos Aires, son otros ejemplos de ciudades cuya ubicación
geográfica, hasta el momento, es casi imposible de asegurar.
Hay un grupejo de escépticos asépticos (porque se bañan todos los días pero no creen estar haciéndolo) que promueven la teoría de la inexistencia de Puerto Madryn, argumentando en favor de la misma varios puntos de alta criticidad.
Estos obtusos incrédulos dicen basar sus afirmaciones en:
a) La historia local.
En ninguna de las ricas y antiguas culturas aborígenes autóctonas (ya sean mapuches, tehuelches, araucanos, hasta onas o yamanas), se hace la más mínima mención a la existencia de Puerto Madryn, a pesar de que han dejado muchas y valiosas huellas de su propia existencia. Siendo los miembros de varios de estos clanes de costumbres nómades, debemos suponer que han recorrido
infinidad de veces estas zonas de la Patagonia, pero, ¿cómo es que nadie menciona ni hace la menor referencia a la existencia de una ciudad de semejantes características de pujanza y belleza, cercana al mar?. Mucho menos es referenciada si se buscan datos con anterioridad al siglo XIX.
b) La historia de la conquista europea
Fueron muchos los barcos españoles que llegaron a las playas del sur y otros tantos los británicos durante los tiempos de la conquista, cuando se peleaban por ver quién le birlaba más cosas a los nativos; y muchas fueron las bitácoras de viaje y manuscritos encontrados pertenecientes a estos aventureros. En ninguno, absolutamente ninguno, se menciona que alguien haya visto algo ni parecido a Madryn, mucho menos en el lugar geográfico donde se dice que está situado.
c) La historia mundial.
Ni siquiera aparece en culturas antiguas altamente civilizadas y desarrolladas, con escritura propia, como lo fueron Babilonia, Fenicia, Asiria, Caldea, ni los griegos ni los romanos, ni aún en la Europa renacentista del siglo XV; nadie hace referencia a semejante lugar en los confines australes del mundo.
c) Una cuestión de mayoría
De toda la población mundial actual, calculada en unos 6000 millones de humanos, apenas un 1%, o a lo sumo un 2%, dice tener conocimiento de la existencia de la ciudad en cuestión, sin embargo, el 98% restante desconoce rotundamente su existencia, o bien no sabe o no contesta.
¿Tanta gente puede estar equivocada?
Llevados estos datos al plano estadístico, resulta que la probabilidad de que Madryn exista es de alrededor del 0.02 % con un desvío estándar muy acotado del error, mucho, muchísimo menos que acertar a la quiniela a la cabeza, mucho menos que acertar a la cabeza con tres cifras y menos aún que acertar una redoblona. Y todos sabemos lo que cuesta ganar a la quiniela, por más que uno se empeñe en soñar cosas para luego jugarle al número correspondiente.
d) Una ciudad virtual
De este a lo sumo 2% de la población mundial que afirma su existencia, una gran porción la conoce por medio de folletos, mapas, libros o, lo que es aún menos creíble, a través de un libro como este, escrito dudoso donde nada está demasiado claro.
e) La evidencia visual
Finalmente, se podrá decir que Madryn es visible a simple vista y también palpable, sin embargo, nos atenemos al viejo dicho que dice "no quieras creer en todo lo que ves ni creas tocar todo lo que quieras".

Aquí finaliza el análisis de los incrédulos. Pero ahora me toca opinar a mí, el cacique Pipagua en persona.
Si bien tales afirmaciones son muy difíciles de rebatir, no dejan de ser apócrifas. No puedo concebir un mundo en donde nadie crea en nada ni en nadie, será por eso que estamos así. Pero no voy a demostrar la falsedad de lo anterior por el método científico, porque no voy a perder el tiempo con estos personajes, simplemente voy a decir que las cosas más lindas de la vida no necesitan ser demostradas ni evaluadas, solamente tienen que ser creídas, y lo siento por aquellos que no las creen. A pesar de que muchas veces por creer demasiado uno sale lastimado o defraudado, voy a insistir en creer en muchas cosas aunque no las vea materialmente, sobre todo si son tan fantásticas, maravillosas y hermosas como los Reyes Magos, Papá Noel, el amor, la
amistad, la mirada furtiva, la palabra de honor, la sinceridad, las hadas, los duendes y, entre todas estas cosas mágicas, cómo no incluir a Puerto Madryn, el paraíso de los soñadores.
Por lo tanto, lector viajero, venga tranquilo, si cree que existe un lugar así y que se llama Puerto Madryn, seguro que cuando menos se lo espere, en medio del paisaje repetido pero misterioso de la meseta patagónica, doblando una curva y en bajada hacia el mar, aparece.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me dieron unas ganas locas de ir a MAdryn... pero mas ganas aun de recuperar los sueños que empece a esconder...
BEsos

PD: a la autora, apra uqe no se enoje, felicitaciones, muy buen escrito...:)