La foto

Este soy yo, asomado detrás de mi pelo...

Sueño

La luna llena estaba alta en el cielo transparente de una noche cálida de diciembre. Mientras el mar soñaba arrullado por su propio murmullo, yo soñaba despierto echado sobre la arena, mirando al infinito. Sirio aquí, la Vía Láctea allá, mil estrellas que escapan a la luz de la ciudad en esta playa desierta.
Miro hacia un lado y veo, desordenadas, algunas piezas de ropa interior. Algo más allá un pantalón de jean, luego otro. Y más allá, posiblemente una camiseta y una musculosa.
Miro hacia mi otro lado. Allí está ella, desnuda, dormida ya, con su piel amorenada de los últimos días y un brillo blanquecino en sus curvas. La beso en su espalda y le paso la lengua. Lo mismo en sus nalgas. Ni se mueve. Sólo percibo su rítmica respiración en el vaivén de su cuerpo.
Vuelvo a mis reflexiones y sueños.
Aún nos quedan dos semanas. Pero los días pasan tan rápido...
Sólo aquí podría vivir a su lado por el resto de mi vida. ¿Cuál es el sentido de la civilización?

Sexo y sentido

En el universo de sentido somos flujos de sentido...
En el universo físico somos cuerpo, sexo, piel, sudor, jadeo, gritos, abrazos, miradas, besos...pero vestidos de sentido.

(En respuesta a Reflexiones de la vida en una lapicera... de Cíclica)

El hombrelobo del Vístula

La imagen del hombre que se transforma en un lobo hambriento ha rondado por la mente humana durante siglos. La terrible leyenda del hombre-lobo es conocida en todos los países del mundo. ¿Será sólo una superstición?

A mediados del siglo XIX, en una pintoresca colina cercana al Vístula, en Polonia, un grupo de gente joven celebraba con música, canciones y danzas la terminación de la cosecha. Había comida y bebida en abundancia, y nadie se privaba de disfrutarlas.

Y entonces, en medio de la diversión, un aullido terrible, que helaba la sangre, resonó en el valle. Abandonando la danza, chicos y chicas corrieron en dirección al grito y descubrieron, horrorizados, que un enorme lobo había cogido a una de las muchachas más bonitas del pueblo, que acababa de prometerse en matrimonio, y trataba de llevársela. Su novio había desaparecido.

Los hombres más valientes persiguieron al lobo y llegaron a enfrentarse con él. Pero el monstruo furioso, echando espuma por la boca, dejó caer su presa humana y se colocó sobre ella, dispuesto a luchar. Algunos de los campesinos corrieron a sus casas, para traer escopetas y hachas, pero el lobo, comprendiendo que los demás estaban aterrorizados, volvió a coger a la chica y se perdió en un bosque cercano.

Pasaron muchos años, y en otra fiesta de la cosecha. en la misma colina, un anciano se acercó. Le invitaron a participar en la celebración, pero el anciano, triste y reservado, prefirió sentarse y beber en silencio. Un campesino de aproximadamente su misma edad se le acercó y después de observarle atentamente, le preguntó emocionado: «¿Eres tú, Juan?»

El anciano asintió, e instantáneamente el campesino reconoció en el desconocido a su hermano mayor, que había desaparecido muchos años antes. Los jóvenes rodearon rápidamente al visitante y escucharon su extraña historia. Les contó que, tras haber sido transformado en lobo por un hechicero, se había llevado a su novia de esa misma colina durante una fiesta de la cosecha y había vivido con ella en el bosque cercano durante un año, hasta que la muchacha murió.

«Desde aquel momento, salvaje y furioso, ataqué a hombres, mujeres y niños y destruí a todos los animales que se me cruzaron. No he podido borrar mi rastro de sangre.»

En ese momento les enseñó las manos, que estaban cubiertas de manchas de sangre... «Hace unos cuatro años recuperé mi forma humana y desde entonces he andado errante. Quería volver a veros, ver la casa y el pueblo donde nací y crecí. Después de eso..., bueno, volveré a ser un lobo.» No había terminado de decir esto cuando se transformó en lobo. Corrió frente a los atónitos campesinos y desapareció en el bosque. No volvió a ser visto.

El aire de cuento de hadas que tiene esta historia hace que sea difícil tomarla en serio. ¿Quizá el exceso de bebida inflamó la ya fértil imaginación campesina'' ¿Quizá cada narrador fue agregando un detalle hasta que la historia adquirió su forma actual?. Es una posibilidad a tener en cuenta... y, sin embargo, como tantas historias de hombres-lobo parecidas, es citada por muchos mitólogos e historiadores, folkloristas y psicólogos como un hecho. El problema más profundo para el investigador serio es simplemente tratar de separar los hechos de los disparates; este primer caso es típico a ese respecto.

El origen de la superstición de los hombres-lobo -la creencia de que un ser humano puede asumir la forma de un animal, más frecuentemente la de un lobo- nunca ha sido explicada de forma satisfactoria.

Herodoto, el historiador griego que vivió en el siglo V a.C., dice que los griegos y los escitas que vivían en las costas del mar Negro consideraban magos a los nativos de aquella zona; creían que esos seres extraordinarios se transformaban en lobos durante unos días cada año. Habla de la existencia de una raza de hombres que podían transformarse a voluntad tomando la forma de lobos, y, cuando lo deseaban, recobrar fácilmente su forma original.

II. Reunión espectral

Me miro, miro a los otros. Entre los nueve formamos un círculo de espectros oscuros semitransparentes, con una oscuridad propia. Sólo nos diferenciamos en algo en la mirada que no puedo describir. Tal vez en la forma en que se mueve el fuego en nuestras entrañas y que ilumina nuestros ojos, orificios nasales, fauces y lado interno de las orejas. No tenemos una forma definida y fija, excepto tal vez nuestros rostros. El resto es un largo cuerpo diáfano, ondulante y humeante.
Siento que estoy en una especie de concejo espectral.
--¿Que somos?
--Ya lo recordarás. Has estado mucho tiempo entre los humanos. Tu condena ha finalizado. Hemos venido a observarte y ver cómo estabas.-- La voz que sentí esta vez parecía femenina. Parece ser que el sexo va más allá de la biología terrestre y no es sólo el producto de millones de años de mutaciones acumuladas que han logrado subsistir. ¿o en este mundo también hay alguna clase de biología?
--Estás confundido. No busques explicar los fenómenos de este mundo en términos del universo humano.
Ah. Y parece que también saben lo que estoy pensando.
--Ya vas a volver a aprender a ocultar tus pensamientos-- dijo otra voz. No sonreía, pero sin embargo llegaba a mí la sensación de que lo hacía. Tal vez es eso...nos diferenciamos en algo que no se percibe a través de los mismos sentidos con que percibo la "materialidad" de este mundo.
--Te dejaremos sólo ahora. Todos estamos felices de que vuelvas a estar entre nosotros.
--¿Y qué hago?
--Intenta recordar. Explora nuestro mundo. Visita a los demás-- dijo la primera voz femenina, acompañada de una sensación de dulzura.
De repente, "ella" voló hacia mí y su espectro atravesó el mío. Los demás hicieron lo mismo. Cada uno me provocó una sensación diferente. Y se internaron en la profundidad de lo que percibí como un denso bosque de enormes siluetas arboladas.

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I. Re insurrección

Me atacan ángeles negros con rostros de lobo y ojos de fuego. Me quitan mi cuerpo. Percibo con mi alma. Mi alma de lobo al desnudo. Se me altera la percepción.

Y me convierto en uno de ellos.
No, ya era uno de ellos. Encerrado en una jaula.

Todo se vuelve oscuro y nítido. Porque cada objeto tiene una oscuridad diferente.

Las estrellas se reflejan en una oscuridad líquida con ondas que se desplazan suavemente.

Y me sumerjo en esa oscuridad líquida. Y todo mi ser desnudo se siente penetrado por flujos como agujas de hielo.

Abandono ese útero en una explosión pero las ondas siguen sometidas a la brisa.

En mi amanecer oscuro mi ser gotea agujas de hielo que no es hielo.

Y mi transformación se completa.

Mis ojos despiden fuego.